Viajar en China: los trenes
China está creciendo y se está situando en niveles de vida estratosféricos al menos en cuanto a transportes, que son buenos, bonitos y baratos. Acabo de volver de China de visitar a mis proveedores de las importaciones de China y este país siempre vuelve a sorprenderme. Llevo 14 años visitándolo y siempre alguna aventura nueva me sacude de nuevo. En este viaje la aventura ha sido viajar en tren. Ya había subido al Maglev (tren de levitación magnética) que une el Aeropuerto de PuDong con la propia ciudad de Shanghái hace unos años, pero en aquella época no alcanzaba los 390 kilómetros por hora y esta vez se puso a 430 km/h como podéis apreciar en la foto adjunta. El esplendor de China está llevando a estaciones megalómanas, superiores a la mayoría de las grandes ciudades europeas, andenes llenos de personas que tampoco saben respetar mucho las colas, pero ahora además, cuentan con trenes de real Alta Velocidad que dejan en ridículo a los trenes europeos. Viajar en China cada vez es más cómodo. En la fotografía siguiente estoy junto a la máquina del Maglev, que realmente me sorprendió que llegase a esa velocidad teniendo en cuenta que no dispone de ruedas, sino que «levita» sobre la vía magnética al tener en sus ruedas un polo opuesto al de la vía y por tanto, se repele. Pero la aventura empieza antes de subir al tren, ya que comprar el billete puede convertirse en una odisea, incluso habiéndolo reservado previamente por internet con ayuda de una persona china (ya que la web sólo está en chino) ya que es difícil saber cuál es la cola que permite «retirar» los billetes y no comprarlos, pues no todas las colas permiten esta acción. Yo lo comparo con nuestro trabajo, ya que realizar una importación de China por tu cuenta sin contar con el apoyo de un experto (Luckyarn o cualquier otro) se convierte en un galimatías de conceptos difíciles de comprender para los nuevos en la materia. Una vez comprados los billetes, la segunda aventura consiste en llevar las maletas si vas cargado hasta el tren, porque en la mayoría de las estaciones no hay o no funcionan las escaleras mecánicas y hay que subirlas «a pulso». Y finalmente, dentro de tu vagón, si viajas en Alta Velocidad puedes encontrarte un ambiente de tren europeo, pero si cometéis el error o exceso de confianza que cometí yo reservando un tren convencional para un trayecto de 4 horas entre Jinhua y Ningbo en la provincia de Zhejiang, entonces el ambiente puede ser comprometido como podéis ver en la imagen adjunta. Porque en China se venden en estos trenes no sólo billetes de asiento, sino también «billetes de pie» para permanecer en los pasillos, y para más Inri, ese lunes de mi viaje, acababan las vacaciones del Qunming (limpieza de tumbas o nuestro Día de Todos los Santos) y el tren iba a rebosar, como también podéis comprobar. Se abren las puertas de tu vagón y te llega un calor sofocante del interior por el exceso de personas, y una vez dentro ves que no hay lugar alguno para dejar tu gran maleta, y que tampoco tienes posibilidad de pasar con ella hasta tu asiento. Sólo con paciencia y avanzando centímetros a cada paso, pude llegar a dejarla bajo el asiento y sentarme tranquilamente a recuperar el aliento y la compostura. Finalmente, una vez llegado a mi destino, una nueva cola de 45 minutos para poder tomar un taxi. Pues de nuevo, las importaciones de China se convierten en un viaje en tren (importación de China) complicado en una tierra extraña (China) y bajo un lenguaje extraño (el chino mandarín) si no vas acompañado de una persona nativa (Luckyarn) que te guíe en esta odisea. Si quieres empezar a realizar importaciones de China y no tienes experiencia te recomiendo que utilices los servicios de alguna empresa de importaciones, sea Luckyarn o cualquier otra.