Desde el 1 de septiembre ha entrado en vigor el aumento del IVA de tipo general del 18 al 21% para un dudoso aumento de los ingresos (han bajado las previsiones y además, Portugal no parece un buen ejemplo a seguir) que posiblemente se traduzca como ya pasó en el 2010 en una caída del consumo (este año ya se acumula un 4,1%) un descenso del turismo, el cierre de muchos comercios y sobre todo un aumento del paro.
Un ejemplo de los más claros es el de la automoción, donde el alto precio de cada producto hace que un leve aumento del IVA haga tambalear a las grandes marcas. La lección es que cuanto mayor sea el coste del producto, mayor será la subida, y por tanto, mayor será la diferencia de precio entre ese producto realizado en España frente al mismo importado de China, así que pongamos ejemplos claros en nuestro caso sobre maquinaria industrial:
a) Una máquina trituradora producida en España cuesta 12.000 € de base, con su IVA anterior del 18% costaba 14.160€ y ahora al 21% cuesta 14.520 € lo que significa un aumento de 360 €.
b) Una máquina muy similar importada de China cuesta 4.200 € de base, con su IVA anterior del 18% costaba 4.956 €, y ahora al 21% cuesta 5.082 € lo que significa un aumento de 126 €.
Esto significa que no sólo las máquinas importadas de China siguen siendo más baratas que las producidas en Europa (precios incluso por debajo del 50% como puede verse) sino que además, con el nuevo aumento del IVA son aún más baratas, o en otras palabras, se ven menos influenciadas por el aumento del IVA, permitiendo además que las empresas que las comercializan puedan absorber este aumento y no traducirlo en el precio a sus clientes. A qué esperas para importar de China?